jueves, 19 de abril de 2012
No somos ni Romeo ni Julieta (7)
Capitulo siete: ... Y colorín colorado, esta bufonada se ha acabado
-Mi pequeño Mordred – dijo Jacqueline, vestida ya con su uniforme de noche, a su gato negro mientras le rascaba debajo del hocico - ¿quieres que te cuente que le paso finalmente al hombre malo?
El gato ronroneó como toda respuesta.
Jacqueline LaFey se había teñido el pelo de un color negro ala de cuervo que hacía aún más cremoso el tono de su piel, cambiar, mutar, era el camino de todo guerrero... Y era la única verdad en el universo: Todo Cambia, Nada Permanece...
-Pues papa y mama le metieron su mazo de polo por el culo mientras el hombre malo leía la nota de despedida de la escultural rubia a la que estaba prometido, por la que había roto su amistad con papa, y que ahora le abandonaba por ser un jodido eunuco maricón.
Al ronronear de nuevo, el gato pareció reírse del destino de Darío Ricardo Pendragón.
-¡Uy! Que perversa es mi cosita – rió Jacqueline mientras acariciaba a su mascota antes de incorporarse para marcharse.
Cuando estaba junto a la puerta se detuvo frente a una foto de Lucas DuLac, acarició el rostro de la foto...
-¿Dónde estas mi Bufón chulo y beio? Tus chicas te echan de menos – luegos e beso la yema de los dedos y las planto sobre la foto -... Vuelve pronto, anda.
Jacqueline abandonó el apartamento con paso sinuoso, al tiempo que pagaba la luz del apartamento...
... Y al cerrar la puerta, el foco de luz que venía del pasillo hizo el mismo efecto de un foco al cerrarse al final de un espectáculo escénico...
¡Y eso es todo amigos!
(Al menos por ahora)
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