Autorretratos descomentados (IV)

La Realidad que tengo ante mi vista ¿Es tu Realidad o la mía? Estoy harto de oír hablar de algo que llaman el mundo real, pero no consigo encontrarlo ¿Dónde se vende tal panacea que a todo poeta y escritor se le recomienda a fin de que abandone su senda y se eje engullir por la maquina? ¿Se puede comprar por cuartos? ¿Esos cuartos se alquilan? ¿Son los mismos cuartos que suenan antes de las 12 uvas? ¿La Realidad crece en las parras? A mi siempre me decían que andaba en la parra, así que no me costara encontrarla, entonces.
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Autorretratos descomentados (III)

Tarde o temprano todos la encontramos, es inevitable: todos acabamos encontrando nuestra esquina. Yo tengo una esquina, hay una esquina en mi igual que hay una esquina en ti... y en él. Hay una esquina en mi, hay un esquina en ti, y si la cosa va muy mal, siempre hay una esquina en mi. Ahora (¡Ejem! Música, maestro), cantemos: Hay una esquina en mi / Hay una esquina en ti / Si la cosa se pone mal / Hay una esquina en mi...
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Autorretratos descomentados (II)

En realidad es lo que cada uno quiera ver en el texto, en cada uno de los textos... La desintegración del Yo, las confesiones de un enfermo mental, la carta de suicidio de un poeta, el hastío de la vida, el primer asomarse al abismo... Cada uno de los textos de "Dioses Priapicos" son eso y lo que el observador / lector capte por si mismo. "Y desde la Costa se oyó a alguien gritar: ¡El Dios Pan ha muerto!; y ese día se enterraron a todos los dioses paganos y se abrazó el catolicismo"... La Era de la Razón, como principio de cordura y perfección, había nacido.
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Autorretratos descomentados (I)

No hay mucho que comentar de uno mismo, mucho menos de muchos uno mismo en un ponche de ácido lisérgico. La bicicleta del Doctor Hoffman descansa en el garaje junto a las películas del viejo Mèlies. El caso es dejar huella, convertirte, al menos, en un incordio si es que nunca serás un líder... No un incordio malo, sino uno de esos que aguantas porque te hace gracia o le has cogido cariño: como una almorrana.
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