martes, 27 de diciembre de 2011
Deprisa, deprisa, la hora está cercana
(Continua de Redrum)
Ahora...
Debbie estaba aterrada, las imágenes de hace tres años la fulminaban desde dentro, minando su seguridad... convirtiéndola en la niña miedica que ella odiaba ser.
Frente a ella un panorama de locura... Dos Luke, uno frente al otro, y el que se encontraba en mejor estado quería hacerla... pero antes iba a obligarla a ver como mataba al otro ¿Obligarla? Sí, porque ella no se sentía con fuerzas para moverse de aquel rincón y actuar, todo su valor y arrogancia adolescente se había venido abajo... y ahora iba a ver como mataban a quien había sido su mejor amigo, un hermano y su... No, si reconocía eso sería peor ver lo que, sin remedio, iba a pasar...
Porque... él Luke vestido con traje negro y corbata era el Luke con el que había vivido aquellos últimos tres años ¿Verdad? La duda se unió al resto de sentimientos que la debilitaban y la mantenían allí, inmóvil como una cariátide...
... Entonces la vio, justo frente a ella, en la pared opuesta... Una replica de si misma, pero con algo realmente siniestro en la mirada, con los ojos azules turbios por un velo de perversidad, y una media sonrisa partiendo su rostro que daba verdadero pavor...
-Es tarde, es tarde, es tarde... La hora va a llegar – la voz que surgió de la replica no era la suya, sino la de aquel hombre que acabó con su familia tres años atrás.
Debbie dejo que su cuerpo se deslizara hasta el suelo, y pronto también se dio cuenta de que estaba llorando histéricamente... Se hizo un ovillo en el suelo, abrazándose las rodillas...
... No había escapatoria, no había escapatoria, no había...
Hace tres años...
Debbie cerró los ojos con fuerzas, y esperó lo peor... No había escapatoria, no había escapatoria, no había...
... Primero fueron los pasos rápidos, el sonido de la goma golpeando la gravilla y aplastando la hierba...
... Luz azul frente a ella, era cegadora...
-No tengas miedo, pequeña – la voz la infundió confianza, y Debbie se atrevió a entreabrir los ojos.
Frente a ella, flotando a escaso metro y medio del suelo, y a la misma distancia de ella, un joven completamente desnudo con la piel de color azul, quizá fuera la luz la que teñía su piel y sus cabellos de aquel color, tenía también un ojo en mitad de la frente y cuatro brazos en lugar de dos... Parecía uno de esos dioses indios que alguna vez había visto en las tiendas, incluso estaba sentado en la misma posición en que estos aparecían representados en los dibujos y figuras que ella había visto.
Cuando la luz disminuyó de intensidad, el rostro del chico se definió ante ella...
-¡Tú!
Era el chico de la carretera...
-No y sí, no soy y al mismo tiempo sí – fue la respuesta que aquel la dio.
-No entiendo – en ese momento, Debbie se preguntó si no estaría ya muerta o habría perdido la cordura como modo de defenderse ante lo que aquel loco le estuviera haciendo a su cuerpo.
-No soy... y al mismo tiempo sí – repitió él.
Definitivamente se había vuelto loca, aquello no tenía ni pies ni cabeza.
Pasó del chico azul y miró a su alrededor... No vio nada más que brumas violetas que conforme se acercaban a donde estaba el chico se iban volviendo grises para finalmente volver a ser de un violeta más intenso... ¿Qué sentido tenía todo aquello? Definitivamente se había vuelto loca.
-¿Dónde estamos? – se sorprendió a si misma preguntándole.
-No es Donde... No es Cuando... Es, tan solo, Ahora – respondió él.
-Tío, creo que has visto demasiadas películas de Jedis – le increpó Debbie.
Primero fueron motitas de luz... Luego signos desconocidos o simples garabatos formados por aquellas motitas al unirse al azar, y, finalmente, ante los ojos sorprendidos de Debbie fueron palabras...
Depender... Enano... ¡Hey!...
... frases...
Sigue la dirección, dirigiendo la primera versión se fue de la guarida...
La Muerte caminó hacia la inmortalidad y la juventud eterna sin preguntar a nadie...
¿Pueden ayudarme? La conversión no debe hacerla...
... párrafos...
El ciberespacio es algo activo y virtual, y ya era tarde cuando paró la tormenta. Depender, los jadeos creaban eco y, aún así, todo había quedado en un “ahora vuelvo”. ¿Qué demonios buscaban en aquel lugar? Hacia la inmortalidad y la juventud eterna... “¿Como te va, colega?”, No decepciono la respuesta: “No es justo”. Sigue la dirección, dirigiendo la primera versión se fue de la guarida.
Enano... Todo esta permitido, nada es verdad a la sombra del maestro .. “Me duele el tobillo”. “Vosotros los jóvenes no sabéis nada ¿Verdad?”... Padre, prima y Nantes... “¿De verdad lo crees?”... “Por favor, aborta cualquier posibilidad de reencuentro en un corto plazo”... “¿Quieres algo de la tienda?”... La Muerte caminó hacia la inmortalidad y la juventud eterna sin preguntar a nadie.
“¡Hey!, Diablos”... Nantes era su ciudad natal, ya no había nada, pero luego cambio de tema para continuar... “Tus pesadillas vencerán los limites de la realidad, alguien tiene que hacer algo”. “¡Es varón!” La Ciudad de los Niños Perdidos “¡Mi Publico!”. “¿Pueden ayudarme? La conversión no debe hacerla”
A cada momento las cosas tenían menos sentidos ¿Qué tenía que ver todo eso con ella? Podrían esta matándola, o violándola antes de matarla, y su mente se distraía delirando en el País de las Maravillas...
... Entonces vino el ensordecedor ruido de miles, no, millones de cristales rompiéndose en pedazos...
... No, cristales no... Eran espejos...
Ahora...
Redrum estaba a punto de matar a Luke cuando el sonido del timbre los interrumpió...
-Vaya, tenemos visita.
Y como si no tuviera prisa por acabar el trabajo, paso por delante del malherido Luke y pulsando un botón de la pared hizo aparecer una pequeña pantalla de plasma...
En la pantalla apareció el rostro de Wendy y de fondo la calle... aún era de día.
-Vaya, vaya, otro juguetito.
Redrum presiono un botón para que su nueva invitada pudiera pasar y unirse a la fiesta.
(Continuara)
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