miércoles, 4 de enero de 2012
Lulú
Cansada de estar encerrada en casa, decidió que lo mejor era volar...
... Aquella mañana se llevo a la cocina el canario de sus hijos, y una vez allí se desnudo frente a la jaula.
Sacó al animal y retenido en su mano se quedo mirándolo con envidia.
-Me llamo Lulu – le dijo, con una amplia sonrisa dibujada en su rostro, al canario.
Luego fue a la encimera y sacó el cuchillo de cocina... lo dejo sobre la mesa, donde ya había preparado aguja e hilo quirúrgicos.
Se introdujo al pajarillo en la boca, a fin de que estuviera caliente, y comenzó a desnudarse... Vigilando el proceso a través del reflejo en la ventana.
Finalmente, se tumbo sobre la mesa, empuño el cuchillo en su diestra y al pajarillo en su siniestra... ¿Cómo debía empezar? Decidió que la forma más rápida sería cortar la cabeza y las alas al animal primero...
Luego, ella se corto la cabeza y los brazos... Con sus pies bien entrenados, cosió la cabeza y las alas del animal allí donde estuvieran antes los miembros recién cercenados...
Con su nuevo cuerpo preparado, Lulu decidió escapar de su propia jaula... abrió la ventana y saltó...
... Mientras caía y caía, retorciéndose en el aire, aullando de terror, se le apareció la muerte y la susurró:
-Lulú ¿Para que querías alas, teniendo pies para escapar?
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