sábado, 31 de diciembre de 2011

Cocinera, cocinera... atiende bien la candela


Hace 10 años...
-No te enojes – dijo la camarera rubia.
Él levanto la cabeza y mirándola con deseo animal la dijo:
-Tranquila yo no me enojo con muchachas lindas... Si me enfadan las invito a cenar a mi casa.
-Tu novia te matara si se entera.
-Que va, ella sabrá agradecerlo, así tiene que comprar menos carne para la semana.
Y es que aquella preciosidad estaba bastante bien armadita; rubia, cachetona, sabrosamente curvilínea, y porque no hablar de aquella sonrisa tan apetecible... Era todo un banquete tierno y delicado para quien gustara de la carne de sus congéneres,
-No entiendo.
-Si hay invitada a cenar menos carne hay que comprar – la sonrisa de aquel tipo lleno el local... congelando a la camarera en su sitio.
En los enormes ojos rasgados de la belleza se leía el terror, pero ¿Por qué no huía?
-Creo que es el calor... El aire acondicionado esta tal alto que te da un golpe de calor y vas al cielo... Estoy asada – comenzó a decir la chica.
-Entonces no habrá diferencia con celebrar una cena con nosotros.
-¿Por qué? – temía la respuesta, pero un cosquilleo en su estomago la empujó a hacer la pregunta.
-Porque acabaras asada y en el cielo.
Su cuerpo no la respondía como ella deseaba, estaba húmeda y sus pechos se habían hinchado... Él se dio cuenta de aquello, y la miró con placer, y la invitó a sentarse muy cerca de él...
-Estoy seguro de que tendrás zonas bien tiernecitas para hincar el diente.
-¿Usted cree?
-Seguro, tienes unas lindas mejillas – y sin pudor alguno, paseó su lengua por la que le pillaba más a mano y culmino chupándola -... Eso dice mucho bueno de ti, además – se inclinó para pasar su lengua por el generoso escote -... se te ve muy sonrosadita, también es buena señal.

Actualidad...
Aquella camarera había adelgazado bastante, pero su rostro había adquirido cierta sensualidad salvaje... Gracias a aquel encuentro había dejado de ser una simple ovejita para convertirse en toda una depredadora.
Con 33 años, ella era quien iba a comerse al jovencito con el que se había citado aquella mañana en la cafetería donde estaban...
Iban a conocerse, bueno él iba con esa intención...
-¿Qué signo eres?
-Escorpio – respondió ella.
Le paladeó con aquellos enormes ojos, era cinco centímetros más alto que ella y el doble de corpulento, esperaba que aquello no fuera un problema... él no le quitaba ojo a las sensuales curvas que ella aún conservaba, y que junto a sus morbosamente carnosos labios eran su mejor arma.
-En tu perfil decía que estabas recién separada – esperó a que ella asintiera - ¿Tienes hijos?
-Sí, dos – y pronto correrían la misma suerte que aquel muchacho, si nada lo remediaba... lo cierto es que ella nunca había querido hijos, y ahora que por fin se había librado del padre de las criaturas, aquellos dos monstruitos caprichosos iban a devolverla 8 años de alimentarlos y consentirlos con un sabroso y tierno banquete... Carne de su carne, el plato de la casa...
... Pero era del chico de quien debía preocuparse en esos momentos, la pagina de contactos a la que se había adscrito era el mejor menú que se podía encontrar... además aquellos nuevos tiempos tan abiertos facilitaban el poder elegir entre los dos sexos.
-Y tú acabas de licenciarte ¿No? – esta vez fue ella quien preguntó.
-Sí.
Bien, comida ilustrada... Era un avance.
Teresa sacó un cigarro y se lo llevo a la boca, sujetándolo y aspirando el humo de forma que él pudiera hacerse una idea de cómo iba a quedar su miembro entre ellos... Se dice que las fumadoras son divinas felatrices, y para mejorarlo ella se había operado sus labios hasta darles aquella forme divina que provocaba el deleite de sus victimas... deleite al menos mientras conservaban sus sexo pegado al cuerpo.
-¿Fumas? – dijo ofreciéndole de su pitillera.
Él cogió uno, con manos temblorosas y con los ojos fijos en la boca de Teresa... Objetivo conseguido. Ella intentó no sonreír con deleite.
-Gracias.
Las que tu tienes y las que yo voy a disfrutar, pensó ella, salivando con disimulo.
-Vente a mi casa, acabo de hacerme con una buena cosecha... ¿Te gusta el vino?
Él tragó saliva y asintió.
Macerarlos en buen alcohol siempre era el siguiente paso...
Durante el camino de ida, Teresa le dejo que la cogiera de la mano, y ella sin ningún reparo aprovecho para palparle el brazo y la entrepierna, la cual, como ya esperaba, estaba ya lista para ella... Aquel muchacho iba a ser un rico banquete.
En cuanto llegaron a la casa, Teresa le indico que dejara el abrigo donde quisiera...
-Soy muy hogareña – lo cual del todo no era mentira -, excepto para trabajar o estas citas, casi nunca salgo de casa.
Como le había dicho aquel joven, diez años atrás, cuando tienes invitados en casa no tienes que preocuparte por salir a comprar al supermercado.

Hace diez días...
-No entendí nada – dijo la joven.
Teresa suspiró.
-A ver ¿Conoces la disyuntiva entre el Eros y el Thanatos?
-No.
Teresa volvió a suspirar, aquella dulce morenita estaba bien rica, pero no parecía muy istruida.
-Sabes lo que es Erotismo ¿No?
-Sí, claro.
Bueno, de otro modo iban a tener problemas.
-Bien, según los antiguos griegos al espíritu del Eros, como arquetipo del placer sensual, de los sentidos, que es motor de la vida, se le antepone el arquetipo del Thanatos, es decir, algo así como la muerte – esperó a que la chica asintiera, y continuó, sin quitarla ojo de encima, más tarde la iba a dar una demostración practica de aquello -... Los surrealistas y los decadentistas descubrieron que ambos conceptos contrapuestos no son tan diferentes en el alma humana... de alguna forma la muerte o el dolor podía causar cierta excitación de los sentidos... ¿Vas siguiéndome, o ya te perdiste?
-Algo... algo he entendido.
Teresa la paladeó con sus enormes ojos, para recordarse el porque no la había mandado al cuerno... La piel de la chica era tostada y sedosa al tacto, tenía una cara bonita y aniñada que a Teresa le recordaba a la de su hija (detalle que, teniendo en cuanta los planes que tenía para esa noche, y con esa chica, Teresa, fuera un plus para soportarla hasta que llegaran a su casa), tenía un cabello azabache muy atractivo, y su cuerpo sin ser un paisaje de curvas estaba lo suficientemente rollizo para que la fuera atractivo y prometedor.
-A ver ¿Qué sabes de fetichismo?
-Algo se, pero instrúyeme. Por favor.
-A ver, comportamientos fetichistas como sexo en lugares adscritos al ritos funerarios o con gente enferma o lisiada, tienen mucho que ver con esta relación Eros / Thanatos.
-Empiezo a entender.
Ya quedaba poco, muy poco... Se relamía Teresa.
-La ginofagia y la androfagia es algo parecido... Aunque se puede quitar el carácter sexual – algo que ella no pensaba hacer, desde luego... no hay nad mejor que jugar con la comida antes de, aunque suene redundante, comérsela -, y es más útil para escribir sobre la naturaleza humana o antropología del pensamiento.
-Mira lo que una aprende.
Teresa estaba lanzada.
-A ver, te pondré un ejemplo de como están estos comportamientos insertos en la naturaleza humana ¿Quieres?
La chica sonrió.
-Ilústrame.
Esta vez fue Teresa la que sonrió, y pellizcándola con doble intención, la dijo:
- A ver ¿De pequeña las señoras mayores te pellizcaban las mejillas y te decían: esta niña esta para comérsela?
-Siiiiiii – contestó la chica, algo menos sonriente.
-Bien ¿Y te invitaban a comer dulces? – Teresa, en cambio, sonreía como un gato satisfecho.
-No recuerdo.
-Si era así, es que t tenían en el menú.
La chica rió.
Teresa continuó su explicación.
-Normalmente, comentarios o acciones como aquellas suelen ser comportamientos ginofagos, si es una hembra, o androfagos, si es macho... Temas como: este chico esta más bueno que el pan, o ese culito esta para morderlo, o frases como esa de: de pequeños te lo comerías, y cuando son grandes te arrepientes de no haberlo hecho; o, también, dentro del sexo, el propio acto de morder o chupar, es un acto de ginofagia o androfagia. Y luego están los mitos solares antiguos, que han llegado a nuestros días convertidos en cuentos o narraciones populares
-Vampiroooooos ¡Ñaaam!
Como no, el tema de moda entre las adolescentes... Todas encoñadas con ese vampiro mormón y amariconado...
-No, los vampiros no, exactamente.
-Me suena a eso.
-Con respecto a narraciones populares me refiero a cuentos de hadas como: Hansel y Gretel, Caperucita Roja, El Lobo y los 7 cabritillos; todos basados en mitos solares como el de Ra y la serpiente Apofis: Cada noche, Ra (el sol) era engullido por Apofis, y luego resucitaba más poderoso al renacer al día siguiente; Esos tres cuentos en realidad son narraciones de ritos de paso... De la luz a la oscuridad, para llegar al renacimiento más luminoso.
Renacer era lo que aquel bollito no iba a hacer, pero eso sí, Teresa pensaba comérsela con mucho gusto.
Los niños estaban en casa de su padre, así que tendría el hogar para ella sola... y para disfrutar de aquel bocado delicioso...

¿Cómo se realiza un Rito Solar?...
Iniciado:
Has salido a pasear, estas pensando en ese problema que te aqueja: Seguir o no seguir con los estudios... Vas tan metida en tus pensamientos que te adentras demasiado en un lugar desconocido y oscuro. Cuando quieres darte cuenta, no sabes donde estas, y ves una casa... Tienes hambre y frío, y estas cansada, así que piensas en alojarte allí hasta que vuelva el día y puedas encontrar el camino de vuelta. Pero, conforme te acercas a la casa, una sensación de que no hay razón para buscar el regreso te invade, quizá en esa casa donde nadie te conoce puedas empezar una nueva vida... ¿Llamas a la puerta?
Neófita: Sí.
Iniciado: Ok... ¿Quién prefieres que te reciba, que sea quien te devore, un hombre o una mujer?
Neófito: Déjame pensarlo... Me parece que me va mejor un hombre.
Iniciado: Ok... Te abre un hombre, que te pregunta: ¿Quién eres y de donde vienes?; ¿Qué respondes?
Neófito: Ok....soy (defendemos la identidad de la persona) y estaba dando un paseo y me perdí.
Iniciado: ¿Alguien te esta buscando?; Pregunta el hombre.
Neófito: No.
Iniciado: Pasa; Te invita a entrar ¿Entras?
Neófito:
Iniciado: La puerta es cerrada con varios candados, ya no hay marcha atrás... ¿Tienes hambre?; te pregunta.
Neófito: Mmm... No.
Iniciado: Estas bien alimentada; dice observándote... ¿Te trataban bien en tu casa?; pregunta.
Neófito: Sí.
Iniciado: Esta bien... porqué yo si tengo hambre, y viniste justo a mi hora de cenar ¿Dejas atrás algo en esta vida?
Neófito:
Iniciado: ¿El qué?
Neófito: Mi familia.
Iniciado: Tendrás que despedirte de ella, pues te voy a devorar... ¿Aceptas ser devorada?
Neófito: Si no me queda otra...
Iniciado: (sonriendo divertido) Muy bien (metiéndose de nuevo en su papel) Antes de comerte, veamos como estas de lista ¿Qué parte de tu cuerpo te provoca más inseguridad?
Neófito: Mi estomago.
Iniciado: Ok... Veamos si estas rellenita; dice el hombre. Súbete la camiseta y enséñame tu panza.
Neófito: (se sube la camiseta, dejando al aire su vientre) Ok, ya esta.
Iniciado: Ok (comienza masajearle la tripa en circulos)... Tienes una barriga muy linda; vas sintiendo un agradable calor que poco a poco te relaja... tu piel es suave, y luce dorada y muy atrayente; te susurra, y poco a poco esos comentarios van entrando en tu interior como la agradable sensación de calor ¿Te gusta esa sensación?... Trata de sentirla, mientras tu misma te acaricies, más tarde, en círculos la zona de la tripa, esto solo es una primera sesión de prueba,
Neófito: Pensé que me ibas a comer... Jajaja...
Iniciado: Todo forma parte del trabajo. Se busca que tu vayas sintiéndote bien contigo misma, y luego al devorarte se transmitan esas sensaciones agradables como una nueva piel y carne, porque has aprendido a sentirte bien contigo misma... Tienes una tripita deliciosa ¿No crees?
Neófito: Supongo.
Iniciado: Yo la veo como un signo de buena salud y prosperidad, la piel es cálida y suave, y dentro de ella hay muchas cosas bonitas... además de que indican que estarás deliciosa y jugosa ¿Puedo besar tu panzita?
Neófito: Claro... Lo que me pasa con mi estomago es que tengo esta cicatriz horrible
Iniciado: Besa tu tripa, con adoración y lentamente, ese calor agradable vuelve y se extiende desde la zona del beso hasta todo tu estomago... Luego, vamos a centrarnos en esa cicatriz... pasa su lengua a lo largo de ella, y ante el avance de su lengua, esa sensación de calor y bienestar se va expandiendo. Puedes hacerlo tú, en privado, imaginándote que es otro, más guapo que yo, pasándote su lengua, mientras te pasas la mano, o, simplemente, pásate la mano con calma sin imaginar nada pero pensando en que sientes ese calorcito.
Neófito: (asiente) Okis.

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Primer Manifiesto del Arte Bouffon


La violencia del acto, la preeminencia del instinto animal sobre la razón de la maquina.
Es el onirismo más extrema, la fantasía más oculta, la risa más perversa... Es un juego al que jugamos mirando la vida como si fuera un escenario en el que todo esta permitido. El Bufón es el hombre actuando para el publico que se cree por encima de él sin comprender que él es un santo salvaje que hace eones que camina sobre sus cabezas huecas. Los deseos más ocultos se ponen sobre el escenario, los juegos más perversos se juegan en el tablero, la Rueda de la Fortuna se pone a girar y girar. Y al caer el telón el hombre se muestra tal y como es, perfecto, dorado, purificado...
Los espejos del “Callejón del Gato” puestos ante nosotros, limpiándonos de la putrefacción racional.
Todo esto es lo que busca el Bufón... de nosotros depende el aceptar su regalo o seguir idiotizados por los demás. Sapere audere (Atrévete a pensar)... A ser distinto que los demás. Todo cambia, nada permanece (la única ley es la continua transformación y mutación de todo objeto de la Creación...Si no existe nada concreto ni tangible ¿Se qué sirven las leyes del hombre: Matemática, Geometría, Aritmética, Cristianismo, Islamismo, Judaísmo, Psicología, Psiquiatría, Política, Policía,...? Sí solo existe el Fuego transformador ¿De qué sirve el Orden ilusorio?)
De que sirve la física teniendo la Patafisica (la ciencia de las soluciones imaginarias)
Si no te gusta la vida moldéala a tu gusto... ¡Viva la Imaginación!

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viernes, 30 de diciembre de 2011

La Epifanía


En el momento decisivo, cuando todo iba a irse a la mierda... La superficie del espejo latió frente a mí, y comprendí las palabras de aquel códice escrito sobre la piel de la espalda de aquella muchacha...
... Y decía así: Todo esta permitido, nada es verdad.
Abracé a la muchacha, y tomé la decisión, en ese momento... debía de continuar, se me había dado una nueva senda que caminar.
Ni siquiera estaba seguro de si tendría la voluntad suficiente para recorrerla hasta el final..

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jueves, 29 de diciembre de 2011

La Zorra está en el gallinero...


Foxy estaba acostumbrada a otro tipo de trabajos, normalmente sus patrones la encargaban juegos de seducción y sustracción de algún objeto... Nunca la habían encargado un asesinato.
El sitio donde la habían enviado era realmente ruinoso, el dueño de aquel edificio debería gastarse más en arreglar aquel lugar y menos en putas... Creedme, Foxy hablaba por experiencia. Al menos la ausencia de luz hacía que su uniforme: mallas desgarradas de color violeta, botas de terciopelo morado que la llegaban hasta por encima de la rodilla, y un sujetador del mismo color que las mallas, y en vez de antifaz llevaba unas gafas de visión nocturna cuyo diseño había encargado a un modisto bastante caro que la debía más de un favor serio... Mientras buscaba el apartamento, jugueteaba con su látigo ¿Una copia mala de Catwoman? Mejor que ella no te escuchara decir eso...
Dos gorilas, dos tipos que parecían forzudos sacados de un circo de los años 20 o 30, la acompañaban por petición de su nuevo patrón.
Los objetivos estaban claros, un chico y una chica... Solo tenía los nombre, Luke y Debbie, y la dirección donde ahora se encontraba... Lista para la acción.
... Lo que Foxy no sabía es que estaba siendo vigilada.
-La Zorra esta en el gallinero – dijo Wendy, inclinándose frente a la pantalla del ordenador.
Alguien le había dicho que el tal Redrum había desestimado su estilo de vestir, y ahora, en misión, llevaba una camiseta que se ataba a un hombro y que dejaba bastante carne, lo más vistoso sus dulces, redondos y firmes pechitos, a la vista... Se iba a enterar esa mala copia de Luke de que ella también podía ser tan sexy y atrevida como Andrea.
-Luke, cuando quieras... al fin y al cabo, tu eres la gallina – trató de aguantarse la risa, más que nada porque últimamente su compañero no estaba para bromas...
... Y lo demostró con creces al hacer su entrada...
-¡Es la hora de las hostias! – aulló Luke al reventar la pared, atravesándola desde el otro lado con su maza en ristre, junto a la que estaban pasando Foxy y sus acompañantes, en ese momento.
Luke lucía realmente furioso, prácticamente fuera de sí... Evidentemente no iba a controlar su ira, y el cuerpo de la mercenaria salió despedido contra la pared de enfrente sin ninguna delicadeza... Los dos Gorilas fueron los que se llevaron la mayor parte del impacto, y aún así el cuerpo de Foxy pareció de cristal al chocar con la pared...
Andrea, que lo observaba todo desde un edificio enfrente de aquel, se quedo boquiabierta... arrepintiéndose de haber dado carta blanca para aquello, y haber dejado a Luke dar el primer golpe... Iba a matar a aquella chica, si es que con aquel golpe no la había destrozado ya.
-Levántate, bruja – la gritó Luke a Foxy, señalándola con un dedo amenazador mientras en la otra mano sostenía con rabia su maza, listo para volver a usarla con igual o mayor contundencia.
Pero, Foxy apenas podía moverse, menos aún luchar...
... En cuanto a los dos forzudos, sus cuerpos estaban destrozados e inertes a los pies del furioso Luke.
-Luke, respira... Por dios – la voz de Wendy sonó realmente asustada al otro lado del comunicador.
Luke cogió aire y lo soltó lentamente... De todos modos daba igual, Foxy acababa de expirar en ese momento.
-Esta bien – respondió él, aunque en su rostro aún se mostraba la tensa furia de quien desea más sangre aún -... Ya estoy calmado.
Ciertamente, ni Andrea ni Wendy estaban muy seguras de aquella afirmación... Aquel ya no era el Luke ingenioso y mordaz, el guerrero que bromeaba en los momentos de mayor tensión... No, aquel Luke daba realmente miedo...

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miércoles, 28 de diciembre de 2011

Todo esta permitido, nada es verdad (Deus Ex Machina)


(Continua de Deprisa, deprisa, la hora esta cerca)

Ahora...
Fue como una explosión que pilló a Redrum y a su odiosa mascota por sorpresa...
-Hola – saludó una chica, con una sonrisa incomoda, que no era la que había visto por la pantalla... ¿Dónde se había metido la otra chica?
Aunque el culpable de que Redrum se hubiera quedado helado en el sitio era el joven de cabello pajizo a media melena y sonrisa picaresca que había aparecido de golpe junto a la chica. Aunque el atuendo podía engañar: zapatillas y cinturón con el típico ajedrezado Ska, vaqueros muy ajustados (casi como mallas) que hacía años que no se veían, y una sudadera negra con capucha cuya cremallera abierta dejaba al aire una camiseta blanca de cuello de pico.
La chica que le acompañaba era rubia, de ojos enormes y claros, y un cuerpo que era toda una mejora, en cuanto a curvas, en comparación con la otra chica... además las botas blancas de caña alta, la minifalda de estilo Burberry y la camiseta de tirantes blanca la hacían mucho más apetecible, en comparación con el estilo post grunge de la otra.
-¿Quién coño eres tú? – se dirigió a la chica, intentando no mirar a su acompañante para no perder la calma - ¿Y donde esta la chica que acabo de ver?
-Para ti soy The Clock, y creo que tienes a unos amigos míos retenidos... En cuanto a la otra chica, la que llamó a la puerta, no es de tu incumbencia saber donde esta.
Redrum hubiera saltado sobre ella en cualquier otro momento, y no solo por su insolencia, pero el otro tipo le hacía mantenerse quieto... ¿Qué hacía él ahí?
-Haz lo que te pide, la señorita – al fin habló el acompañante de la chica, era un voz juvenil, casi jovial, pero hizo temblar a Redrum.
El malvado intentó alcanzar la puerta para cerrarla en las narices de aquellos intrusos, sabía que serviría de bien poco, pero, si les sorprendía, quizá...
-No siquiera lo pienses – en el rostro de la chica se dibujo una sonrisa de esas que solo pone la gente cuando sabe que ha ganado sin remedio.
Los puños de Redrum se cerraron con rabia, clavándose las uñas en las palmas de las manos... Su mascota, al verse libre de las manos de su amo, saltó sobre los intrusos... No llegó muy lejos, una ráfaga lo hizo añicos antes siquiera de que se acercara a la chica. Redrum se limitó a bajar la cabeza, y no lloró la perdida de su fiel amigo... eso sí, expuso sus deseos en voz bastante audible y llena de rabia.
-Abusas de tu posición, Hermes.
-Tu abusas todo el rato de la tuya, falsario – le respondió el referido, mientras se recolocaba el cabello.

Hace tres años...
Andrea vio acercarse a aquel joven, que cargaba con una chica inconsciente... él tampoco tenía mejor pinta que la chica con la que cargaba...
-Me llamó, Luke – dijo el chico en cuanto Andrea llegó a su altura -... Ella es Debbie, se ha dado un buen golpe... No se si necesitara un medico.
-¿De donde venís? – preguntó, Andrea, queriendo saber donde había sido el accidente... Ambos estaban sucios e incluso, al menos uno de ellos, estaba sangrando.
La única respuesta que obtuvo de Luke fue una mirada en dirección de los roquedales que había a unos 5 kilómetros, pero que desde aquella parcela, que se encontraba sobre un alto montículo, aún se podían ver.
Andrea quiso preguntarle como había podido llegar desde allí...
... Más tarde, tras reponer fuerzas y asearse, él se lo explicaría.

Ahora...
Redrum se había rendido. Fuera quien fuera ese tal Hermes, aquel depravado se había retirado y les había liberado a Luke y a ella...
Ahora, en casa de Andrea, tras asearse y cambiarse de ropa (casi como hacia tres años atrás, solo que entonces ella era la herida), Debbie tan solo se preguntaba... ¿Por qué?...
¿Por qué había dos Luke?
¿Por qué aquel depravado, que había parecido, hasta el último momento tan temible, había rendido armas tan fácilmente en cuanto llegó Andrea con aquel chico?
¿Por qué ahora mirar a Luke la llenaba de temor?
Decidió echarse un rato... Quizá descansando se evaporaran todas aquellas inquietudes...
Congelado, con cara de pasmo o de idiota, sujetando en una mano su maza y en la otra, elevada hacía el techo, absolutamente nada... Luke parecía una estatua, una victima de Gorgona sorprendida en medio de la propia sorpresa...
El traje seguía siendo negro, y la corbata amarilla, pero la camisa era verde... Un verde que Luke nunca llevaría ¿Qué clase de broma era aquella?
Debbie pasó varias veces su mano frente al rostro idiotizado de su amigo... No hubo reacción.
-¿Qué clase de broma estúpida tratas de gastarme? – le recriminó molesta, dejando las lagrimas de rabia escapar de sus ojos y navegar por sus dulces mejillas. Finalmente le dio un puñetazo en el brazo y lo dejó allí – Esta bien, idiota, ahí te quedas...
Una sacudida, y después otra... Debbi cayó a gatas, y se descubrió vestida con un ajustadísimo traje blanco de conejita playboy ¿Acaso navegaba por la mente de un fetichista? Abrió bien los ojos, antes de que aquello, fuera lo que fuera, terminara por enloquecer en demasía.
Luego todo se volvió blanco... Sin alto ni bajo, ni ancho ni profundo, solo blancura sin esquinas ni recovecos...
-¿Qué demonios pasa aquí? – aquello empezaba a irritarla.
Si era un sueño, desde luego no era sus sueño...
... Entonces comenzó el zumbido, nada concreto más bien era como una sensación que, aunque pareciera increíble, en ocasiones parecía surgir más de su interior que, como creyó al principio, ser recibido desde el exterior... Aquel exterior vacío.
Tardó en darse cuenta, pero de repente ella también había perdido el color, y su cuerpo tan solo eran líneas dibujadas... algo la dijo que si no se daba prisa, ella también sería borrada por aquella blancura...
-¡Ey! ¡Tú! – una voz surgió de la blancura.
-¿Yo? – preguntó Debbie.
-Sí tú, conejita... atenta.
Y de golpe y porrazo, surgió un monstruoso boli de la nada y dibujo una cuerda frente a ella... Un cuerda que se iba haciendo más delgada conforme se alejaba...
-Es por la perspectiva del dibujo – le leyó la mente el dueño de aquella voz.
-No entiendo que es esto – Debbi estaba realmente confundida.
-No hay tiempo, no hay tiempo... Adelante, camina por la cuerda hasta el final, y podrás salir de aquí antes de que el olvido te alcance.
Debbi meneó la cabeza mientras convencía a su cuerpo para ponerse en pie y caminar por aquella ¿cuerda?
-¿El olvido? – no pudo resistirse a preguntar.
-La inspiración no es eterna, y los autores no siempre son capaces de mantenerse interesados en sus obras mucho tiempo... sus mentes son caprichosas. Ahora corre y no mires atrás.
Debbi hizo lo que la pedían... Caminando por la cuerda, en un equilibrio que quizá no fuera necesario, o quizá sí...No podía estar segura de lo que podía ocurrir si se salía del dibujo...
... Caminó por la cuerda durante... No sabría cuantificarlo... quizá fueron minutos, pero también pudieron ser horas o incluso un día entero. Y cuando creyó que no iba a poder llegar a salvo...

Debbi se incorporó en el sillón donde se había tumbado, el corazón galopaba en su pecho y un grito apenas pudo ser sofocado... Había sido todo tan real, pero, fue un sueño ¿No?

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martes, 27 de diciembre de 2011

Deprisa, deprisa, la hora está cercana


(Continua de Redrum)

Ahora...
Debbie estaba aterrada, las imágenes de hace tres años la fulminaban desde dentro, minando su seguridad... convirtiéndola en la niña miedica que ella odiaba ser.
Frente a ella un panorama de locura... Dos Luke, uno frente al otro, y el que se encontraba en mejor estado quería hacerla... pero antes iba a obligarla a ver como mataba al otro ¿Obligarla? Sí, porque ella no se sentía con fuerzas para moverse de aquel rincón y actuar, todo su valor y arrogancia adolescente se había venido abajo... y ahora iba a ver como mataban a quien había sido su mejor amigo, un hermano y su... No, si reconocía eso sería peor ver lo que, sin remedio, iba a pasar...
Porque... él Luke vestido con traje negro y corbata era el Luke con el que había vivido aquellos últimos tres años ¿Verdad? La duda se unió al resto de sentimientos que la debilitaban y la mantenían allí, inmóvil como una cariátide...
... Entonces la vio, justo frente a ella, en la pared opuesta... Una replica de si misma, pero con algo realmente siniestro en la mirada, con los ojos azules turbios por un velo de perversidad, y una media sonrisa partiendo su rostro que daba verdadero pavor...
-Es tarde, es tarde, es tarde... La hora va a llegar – la voz que surgió de la replica no era la suya, sino la de aquel hombre que acabó con su familia tres años atrás.
Debbie dejo que su cuerpo se deslizara hasta el suelo, y pronto también se dio cuenta de que estaba llorando histéricamente... Se hizo un ovillo en el suelo, abrazándose las rodillas...
... No había escapatoria, no había escapatoria, no había...

Hace tres años...
Debbie cerró los ojos con fuerzas, y esperó lo peor... No había escapatoria, no había escapatoria, no había...
... Primero fueron los pasos rápidos, el sonido de la goma golpeando la gravilla y aplastando la hierba...
... Luz azul frente a ella, era cegadora...
-No tengas miedo, pequeña – la voz la infundió confianza, y Debbie se atrevió a entreabrir los ojos.
Frente a ella, flotando a escaso metro y medio del suelo, y a la misma distancia de ella, un joven completamente desnudo con la piel de color azul, quizá fuera la luz la que teñía su piel y sus cabellos de aquel color, tenía también un ojo en mitad de la frente y cuatro brazos en lugar de dos... Parecía uno de esos dioses indios que alguna vez había visto en las tiendas, incluso estaba sentado en la misma posición en que estos aparecían representados en los dibujos y figuras que ella había visto.
Cuando la luz disminuyó de intensidad, el rostro del chico se definió ante ella...
-¡Tú!
Era el chico de la carretera...
-No y sí, no soy y al mismo tiempo sí – fue la respuesta que aquel la dio.
-No entiendo – en ese momento, Debbie se preguntó si no estaría ya muerta o habría perdido la cordura como modo de defenderse ante lo que aquel loco le estuviera haciendo a su cuerpo.
-No soy... y al mismo tiempo sí – repitió él.
Definitivamente se había vuelto loca, aquello no tenía ni pies ni cabeza.
Pasó del chico azul y miró a su alrededor... No vio nada más que brumas violetas que conforme se acercaban a donde estaba el chico se iban volviendo grises para finalmente volver a ser de un violeta más intenso... ¿Qué sentido tenía todo aquello? Definitivamente se había vuelto loca.
-¿Dónde estamos? – se sorprendió a si misma preguntándole.
-No es Donde... No es Cuando... Es, tan solo, Ahora – respondió él.
-Tío, creo que has visto demasiadas películas de Jedis – le increpó Debbie.
Primero fueron motitas de luz... Luego signos desconocidos o simples garabatos formados por aquellas motitas al unirse al azar, y, finalmente, ante los ojos sorprendidos de Debbie fueron palabras...
Depender... Enano... ¡Hey!...
... frases...
Sigue la dirección, dirigiendo la primera versión se fue de la guarida...
La Muerte caminó hacia la inmortalidad y la juventud eterna sin preguntar a nadie...
¿Pueden ayudarme? La conversión no debe hacerla...

... párrafos...
El ciberespacio es algo activo y virtual, y ya era tarde cuando paró la tormenta. Depender, los jadeos creaban eco y, aún así, todo había quedado en un “ahora vuelvo”. ¿Qué demonios buscaban en aquel lugar? Hacia la inmortalidad y la juventud eterna... “¿Como te va, colega?”, No decepciono la respuesta: “No es justo”. Sigue la dirección, dirigiendo la primera versión se fue de la guarida.
Enano... Todo esta permitido, nada es verdad a la sombra del maestro .. “Me duele el tobillo”. “Vosotros los jóvenes no sabéis nada ¿Verdad?”... Padre, prima y Nantes... “¿De verdad lo crees?”... “Por favor, aborta cualquier posibilidad de reencuentro en un corto plazo”... “¿Quieres algo de la tienda?”... La Muerte caminó hacia la inmortalidad y la juventud eterna sin preguntar a nadie.
“¡Hey!, Diablos”... Nantes era su ciudad natal, ya no había nada, pero luego cambio de tema para continuar... “Tus pesadillas vencerán los limites de la realidad, alguien tiene que hacer algo”. “¡Es varón!” La Ciudad de los Niños Perdidos “¡Mi Publico!”. “¿Pueden ayudarme? La conversión no debe hacerla”

A cada momento las cosas tenían menos sentidos ¿Qué tenía que ver todo eso con ella? Podrían esta matándola, o violándola antes de matarla, y su mente se distraía delirando en el País de las Maravillas...
... Entonces vino el ensordecedor ruido de miles, no, millones de cristales rompiéndose en pedazos...
... No, cristales no... Eran espejos...

Ahora...
Redrum estaba a punto de matar a Luke cuando el sonido del timbre los interrumpió...
-Vaya, tenemos visita.
Y como si no tuviera prisa por acabar el trabajo, paso por delante del malherido Luke y pulsando un botón de la pared hizo aparecer una pequeña pantalla de plasma...
En la pantalla apareció el rostro de Wendy y de fondo la calle... aún era de día.
-Vaya, vaya, otro juguetito.
Redrum presiono un botón para que su nueva invitada pudiera pasar y unirse a la fiesta.

(Continuara)

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lunes, 26 de diciembre de 2011

Redrum


(Continua de A traición)

Ahora...
Luke estaba sonriente, incluso sus ojos verdes parecían fluorescentes detrás de aquellas lentes de cristales tintados, el pelo castaño y algo rizado parecía abombarse como un casco alrededor de su cabeza, y sus ropas, mezcla de grises (la chaqueta y la camiseta que llevaba debajo) y negros (los pantalones y las botas, incluso el extraño animalejo que se refugiaba entre sus piernas), contrastaban con el toque de color que daba aquella bufanda, a franjas rojas y amarillas, que llevaba alrededor del cuello.
-Cinco tontitos, bailan un vals, el más imbécil sin pareja se quedaré – canturreaba, inventaba sobre la marcha, mientras esperaba que el bulto tirado en una esquina comenzara a reaccionar.

Hace tres años...
El autobús arrancó sin dar casi tiempo a Luke de bajarse... Tampoco le importó, iba a empezar una nueva vida lejos de todos los que le habían hecho la antigua imposible. Ahora que había encontrado la maza, o más exactamente ella le había encontrado a él, iba a darle un giro de 360 grados a su vida. La maza viajaba en su mochila, y la única ropa que tenía era lo que llevaba puesto: unas zapatillas de deporte baratas, los únicos vaqueros que no tenía rotos, una camiseta que en otro tiempo era blanca y ahora estaba amarillenta por los lavados, y una cazadora de piel marrón algo ajada. Miró a su alrededor, solo había aridez por donde fuera que mirara... Bueno, era todo lo lejos que su dinero podía llevarle, lo siguiente tendría que hacerlo a pie...
Enseguida perdió la noción del tiempo que llevaba andando, aunque, ya no era todo aridez lo que le rodeaba y algunas zonas de césped y hierbajos silvestres empezaban a rodear las rocas y los caminos que lindaban junto a la carretera.
Primero escuchó los pasos apresurados y luego, justo cuando pasaba al lado de una roquedal la vio, aunque no tuvo tiempo de esquivarla y aquella chica de cabellos castaños claros y vestida con ropa deportiva impacto contra su cuerpo... tirándolo al suelo.
-Tío, mira por donde vas – le increpó la chica, jadeando no solo por el esfuerza, sino, porque ella se había asustado.
Tras levantarse y sacudirse el polvo, Luke se quedo mirando a la chica, prácticamente una niña... pero una niña guapísima: el cabello castaño claro, unos ojos enormes y de un color celeste lleno de inteligencia, el rostro dulce y redondo y la boca carnosa y sonrosada, la camiseta y los shorts dejaban adivinar bastante bien unas curvas bastante apetecibles ya.
-Lo siento, pensé que solo andaría yo por este lugar perdido de la mano de dios – trató de disculparse.
-Tu y el loco de mi padre – dijo ella, sin dejar de mirarle con aquellos ojos de conejo escrutador.
-¿Estáis acampados por aquí? – preguntó él, sorprendido por la simple idea de que aquello fuera cierto.
-Vaya, eres muy intuitivo – fue la respuesta de la chica, irónica y sorprendida a partes iguales.
-Eso dicen – fue lo único que se le ocurrió responder -... Me llamo Luke – dijo extendiendo la mano.
Ella se quedo quieta, con aquel mirar constante... entre vigilante y al mismo tiempo estudiándole a fondo... Finalmente, ella separó una de sus manos del cuerpo y estrechó suavemente la de Luke.
-Deborah, pero prefiero que me llamen Debbie – le dijo.
-¿Y estáis acampados muy lejos, Debbie? . pregunto Luke.
Ella ladeó un poco la cabeza, y achinó sus ojos.
-Aún no he decidido si eres mi amigo para que puedas llamarme Debbie... Imagínate para decirte donde estamos acampados ¿Quién me dice que no eres algún tipo de asesino pervertido?
Una chica muy lista.
-Tienes razón – reconoció Luke -... Será mejor que siga mi camino, encantado de haberte conocido, Deborah.
Luke emprendió de nuevo la marcha, estuvo tentado de volverse a mirar .. Aquella cría le había provocado una sensación muy... No, mejor no pensar en eso, se dijo y apresuro el paso.

Ahora...
Debbie estaba quieta en una esquina de la habitación, inmóvil... Sus ojos se habían oscurecido hasta casi alcanzar el azul marino, y su sensual boca permanecía entreabierta mostrando unos dientes apretados por la tensión... Era la imagen de la inquietud y el miedo.
-No... No le hagas daño, por... por favor – ella nunca había pensado que volvería repetir aquellas palabras... Las mismas palabras llenas de una suplica desesperada que dijera en aquella ocasión, tres años atrás.
Luke la miró con una sonrisa sádica, mientras acariciaba entre sus brazos a la extraña alimaña que antes permaneciera a sus pies.
-No es deliciosa, Spoky, te prometo que dejare que la devores en cuanto yo haya terminado de jugar con ella, pero, antes... Tenemos un invitado que no puede esperar.
Frente a ellos, tirado en un rincón, con la camisa y la corbata manchadas de sangre... prácticamente echo un ovillo que luchaba por mantener la conciencia, o quizá la cordura, otro Luke hacía una promesa, a duras penas, en voz alta.
-Si la tocas un pelo, Redrum... te prometo que no te dejare un hueso sano.
-Valientes palabras para un hombre en tu estado, hermano – se mofó el otro.

Hace tres años...
--No... No le hagas daño, por... por favor – Debbie estaba realmente pálida, incapaz de apartar la mirada de aquel extraño que sostenía por el cabello a su madre, mientras con la mano libre...
... No, no quiso mirar. Debbie cerró los ojos con fuerza, y comenzó a andar hacía atrás. Pero aunque no mirara, podía oír... oír las suplicas de su madre...
-Por favor, coja lo que quiera, pero no le haga daño a mi hija.
... Lo que decía aquel maldito.
-Claro que voy a coger lo que quiero, preciosa... y, ahora que he visto a esa monada, no voy a conformarme solo con el entrante y un solo plato... También quiero postre, y tu hijita es una deliciosa tartita de fresa.
La risa desquiciada de aquel loca, y entonces sus pies golpeando algo blando que la hizo caer: el cuerpo sin vida de su padre.
Al mismo tiempo el último grito de su madre, y después los pasos que se dirigían hacia ella.
-Ven aquí conejito, ahora tu y yo vamos a jugar.

(Continuara)

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Gato burlado mejor no verlo cabreado


Gato satisfecho, feliz y contento, recién comió la rata más tierna, jugosa, y joven del lugar...
Una chica, Lola Bunny, apareció por un lateral, y curiosa quiso saber cual era el origen de tanta felicidad...
Lola Bunny: ¿Por qué sonríes?
Cheshire: (mirando a la recién llegada) Ya te enteraras, más ya te advierto que para ti no es buena señal.
Le bastó una sola mirada a aquella tierna recién llegada para que el hambre le volviera a atacar.
Lola Bunny: Así me temo... ¿Acaso me pensáis retar, gatito?
Cheshire: (sonriendo camina hacia ella) en todo caso a recetar.
Lola Bunny: (alzando una ceja orgullosa) ¿A recetar el qué? Soy un ejemplo de salud y estoy muy buena.
Cheshire: (Al publico) De eso no hay duda (A Lola Bunny) Te voy a recetar a ti misma.,, Haré una rica receta con vos, y luego la disfrutare.
Lola Bunny: (deteniéndole con un gesto de la mano) Si me vas a comer, al menos espera que yo coma algo antes... así estaré más tierna y llenita.
Cheshire: (deteniéndose para pensárselo) Es cierto... Entonces no hay más que decir, debes comer mucho y bien (y se convierte en neblina para darla tiempo de comer, pero antes la dice) Bon Apettite.
Lola Bunny salió corriendo de allí... Gato burlado mejor no verlo cabreado.

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domingo, 25 de diciembre de 2011

A Traición


-Julian era un guerrero – Luke fué el primero que quiso hablar sobre su amigo en aquella reunión que se había convocado en honor del difunto -... y como tal nos ha abandonado para emprender el nuevo camino.
Julian Campbell había adoptado el nombre código de Dreadlock porque así era su peinado cuando empezó a ir de héroe, y rescatador de damas en peligro, por el mundo... Guapo, alto, musculoso, era el príncipe azul de todos los cuentos...
... Hacia un mes que se había acabado por cansar de aquellas trenzas, su marca de fabrica característica, y ahora estaba muerto... ¿Coincidencia?

Cuando todos salieron de la casa para tomar un pequeño refrigerio y seguir contando viejas batallitas con Julian como protagonista, Luke no pudo evitar fijarse en la melancolía que aclaraba los bellos ojos de Andrea.
-¿Si quieres te acompaño a casa? – se ofreció él.
-No, no hace falta, voy con vosotros – respondió ella.
-¿Estas segura?
Ella se limito a sonreír, pero el gesto no la alcanzó la mirada.
Aún así, Luke, no quiso insistir, cuando Andrea se hacía la reservada nada ni nadie atravesaba las murallas levantadas...
... Pero entonces cayó la bomba.
-Julian acababa de irse de casa cuando Saint Simón me visitó – susurró Andrea – él y yo...
¿Acaso hacían falta palabras? Nadie del grupo lo sabía, pero, no hacía falta más que mirarla en ese momento, haber escuchado aquellas palabras entrecortadas, para adivinar porque Andrea estaba más afectada que ninguno... incluso que el propio Luke, quien se culpaba así mismo por no haber podido hacer más... incluso de poder haber sido el culpable de la muerte de sus amigos.
No, no se dijo nada más... Luke se acercó a ella, y ambos se abrazaron...
... y entonces escucharon el grito, un grito proferido por una voz muy conocida... y la posibilidad de perder a otro amigo en tan poco tiempo les encogió el corazón a ambos... profiriendo el nombre al unísono, nada más escuchar el alarido...
-¡Wendy!

Wendy estaba sentada sobre el asfalto, la blusa burdéos que llevaba bajo la chaqueta estaba completamente desgarrada, mostrando la camiseta de interior roja con encajes y, prácticamente, dejando poco a la imaginación la forma o apariencia de sus pechos. El gesto de Wendy mostraba confusión y miedo a partes iguales... Ni siquiera había podido atisbar a su agresor, pero, eso sí, sabía que era rápido, más grande que ella, y por supuesto mostraba una salvajismo irracional que le hacía parecer tan fuerte como un animal asilvestrado.
-¿Gatito? ¿Dónde estas gatito? – se sorprendió así misma, hablando para evitar aullar de terror o angustia... Aquel que la había atacado aún debía estar cerca y ella ni siquiera se atrevía a moverse por ese mismo motivo. No quería provocarle -... ¿Gatito bueno? No vas a volver a intentar hacerme daño ¿Verdad?
La explosión de una risa seca y, aunque parezca imposible, al mismo tiempo se diría que desquiciada, la hizo clavar las uñas en el asfalto hasta que las sintió astillarse para luego, sin remedio, romperse... El rojo de su sangre se unió, en el paisaje tensamente macabro, al del resto de sus hermanos cromáticos ya presentes...
... Alerta como una gata en guardia, esperando el siguiente...
-¡Wendy!
Andrea y Luke llegaron corriendo en ese momento.
-No os mováis, aun puede estar aquí – les dijo Wendy
Pero su amiga ni siquiera la escuchó, Andrea cayó de rodillas a su lado y la abrazó con fuerza... Con miedo por pensar en que podía haberla perdido, aliviada porque no había sido así.
Luke se quedo a una distancia prudencial, por respeto... mirando en todas direcciones, porque una sensación le estrangulaba el alma...
-Dios, tus manos – dijo Andrea, sosteniéndoselas, observando las laceraciones producidas por la mezcla de tensión, angustia y asfalto -... tiene que verte un medico enseguida.
-O una esteticista experta en manicura – bromeó Wendy, por como miraba a Andrea, Luke, supo que ella si sabía desde hacía tiempo lo que había existido entre Julian y su mejor amiga.
Luke inspiró y expiró fuertemente, esperando que la sensación de opresión y ahogó se esfumara...
Vino de golpe, como un fuerte golpe de brisa, pero, sin mover o zarandear nada, solo como si algo golpeara su interior... La maza apareció en su mano antes si quiera de que lo pensara, y Luke cerro el puño alrededor del mango hasta que por sus nudillos dejó de correr la sangre...
... Esta vez el pulso si que se dejó sentir en el plano físico, haciendo bailar la corbata amarilla, sacándole la camisa blanca y descolocándole la chaqueta de riguroso luto... pero no consiguió derribarle.
-Andrea, saca a Wendy de aquí enseguida – les gritó Luke.
-Lucky, no te hagas el héroe gilipollas – le pinchó Wendy, mientras Andrea tiraba de ella para ayudarla a levantarse.
Andrea se limitó a mirar por encima de su hombro, lo que fuera que los estaba golpeando se centraba más intensamente en Luke, quien por su posición parecía estar luchando por mantenerse en pie frente a un huracán.
-Ponla un bozal y sácala de aquí, Andy – no había ingenio intencionado en aquella petición, Luke no bromeaba ni trataba de enmascarar su preocupación... Luke las quería lejos de allí y lo antes posible.
Para Andrea aquello era suficiente para llevarse, prácticamente arrastras, a Wendy lejos de todo aquello, a cualquier lugar donde lo que fuera que les atacaba no pudiera alcanzarlas... aunque fuera al quinto infierno.
En cuanto Luke estuvo seguro de que sus amigas ya estaban lejos, se dirigió a su atacante invisible.
-Muy bien, ya estamos solos... Tu y yo.
-Por qué no dices que estas solamente tú – le contestó la silueta de un cuerpo en proceso de materialización –... o Yo.

(Continuará)

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sábado, 24 de diciembre de 2011

Hasta un explosivo final


(Continua de ¿Y ahora qué vamos a hacer?)

La pista era buena, pero, si no querían volver a permitir que un ingenio estratégico como el de Saint Simón les sorprendiera de nuevo, volviendo las tornas a su favor, solo había un método de romper la lógica material en la que se basa la estadística: el cambio y la transformación constante e imprevisible, es decir, lo que los neófitos y los impresionables llaman Magia.
Luke y The Clock (Andrea) se sentaron frente a un televisor... Era sábado por la tarde, la mayoría de las mentes cercanas estaban fijas en la retrasmisión autonómica del partido que iba a enfrentar, por el ascenso a primera división, al Getafe contra él Elche... El segundo jugaba de local.
-El fútbol hace que se despierte el lado más primitivo y original de los seres humanos, aquel que se conecta al Kaos Primigenio del que surgió toda la vida, y del que aún todo objeto de la creación es parte – informo Luke, las piernas cruzadazas y la mirada fija en su maza dorada, la cual hacia girar sobre si misma con el movimiento de sus palmas, pero, sin quitar ojo de la pantalla.
Andrea, vestida con una chistera, sus anteojos y el resto de su uniforme de The Clock mantenía su cuerpo en contacto con él de Luke, y tampoco dejaba de mirar la pantalla...
... Comenzó el partido...
Sacaba el Elche, pero enseguida recuperó el Getafe, aunque la férrea defensa de su rival le impidió llegar hasta la portería. Minuto 4, error del Elche en un saque de banda que cae en manos del Getafe, y se produce la primera ocasión de gol que es enviada a corner por el portero del Elche. La afición del equipo madrileño salta y contiene el aliento cuando, al saque de corner, un jugador azulón estrella el balón en la madera y al caer el rechace en los pies de un compañero este falla el tiro.
-Así – exclamó Luke – dadme esas emociones primarias...
La presión desde arriba que ejerce el Getafe provoca que sus seguidores apenas puedan sentarse, constantemente roban el balón y buscan la ocasión... El Elche apenas se puede acercar al campo contrario en el primer cuarto del partido.
En el minuto 15 la indignación de los seguidores del Getafe, ante una dura entrada a su estrella, cuando esta encaraba al portero, hace que las energías convocadas aumenten en su caudal hacía Luke y su maza... la alegría de la tarjeta amarilla también es un buen afluente... y el ¡Uy! Tras el saque de falta estrellado contra la barrera... Todo vale mientras sean emociones primarias.
Luke y Andrea están en Madrid, por lo que se alimentan principalmente de los seguidores del Getafe que siguen el partido desde sus televisores y radios...
El gol del Elche en el minuto 21 provoca las iras de los seguidores azulones...
-La ira también es una emoción primaria – aclara Luke, como si hiciera falta hacerlo.
La respuesta desde lejos en el 23 hace levantarse de nuevo a los azulones, bien.
Conforme pasan los minutos sin que el Getafe empate, crece la tensión y los nervios, la angustia... Más energía emocional. Energía que alcanza altas cotas cuando es el Elche quien tiene una ocasión de peligro que pudiera ponerles el partido aún más cuesta arriba a los azulones.
Ocasión en el minuto cuarenta que obliga al portero del Elche a estirarse como un gato en plena palomita para desviarlo... Tensión e ilusión, que explotan cuando en el minuto 41 la veterana estrella mexicana del Getafe marca el gol del empate...
-¡Dios, que subidón! – exclaman ambos jóvenes al sentir el pulso energético que les baña como una enorme y repentina ola cálida.
Ilusión que se mantiene con aquel balón que pasa lamiendo el poste del Elche en el 44... O otra muy similar ya en el tiempo de descuento. Finalmente, al descanso se van empate a uno y con las espadas en alto.
-¿Sueles hacer esto mucho? – le preguntó Andrea, sacudiéndose las manos.
-Es la primera vez, pero no sabía en que otro lugar mejor poder convocar una onda de energía tan concentrada en día festivo – contestó Luke con una sonrisa -, la pasión por el fútbol es sorprendente ¿No crees? Imagínate ahora si los eres humanos invirtiéramos toda esa energía, que has sentido, en otra cosa... Hace pensar ¿Verdad?
Andrea no pudo hacer otra cosa que asentir impresionada...
Comenzó la segunda parte, sacaba el Gétafe, y ambos jóvenes pudieron sentir la inmensa inspiración de toda la afición azulona al mismo instante... Daba vértigo de verdad. Y al sacar, de golpe la expiración al unísono de toda la afición... y luego, la ira ante la falta a uno de sus delanteros... Era algo casi religioso, como una comunión pagana, no, sin el como... ¡Era una jodida comunión pagana!
Ocasión en el 51, todos al mismo tiempo cogen aire y lo sueltan al unísono, otra ola de energía que los dos jóvenes y la maza absorben...
... Golpe franco a favor del Elche, la afición azulona coge aire, alguno reza, las energías se estiran y crecen... sea cual sea el resultados, todo anuncia una fuerte explosión emocional. Contra la barrera, sueltan el aire, las oraciones son escuchadas: placer y agradecimiento.
Minuto 60, el Getafe estrella un balón contra el lateral de la red.
Minuto 62, el delantero azulón, solo ante el portero, falla por milímetros... La afición bota y se desilusiona al unísono (del éxtasis al infierno en una fracción de segundos)... alguno incluso había gritado ya ¡Gooooool!...
Minuto 71, la afición azulona mantiene el aire en sus pulmones, cuando el balón abandona el pie de su delantero y va directo a portería... lo suelta de golpe cuando el guardameta local lo bloca entre sus manos.
La afición se adormece tras minutos y minutos de intercambió de posesiones... pero persiste esa tensa sensación de que en cualquier momento uno puede acabar con los sueños del otro... Como un interludio dramático es percibido por Luke que actúa como maestro de orquesta entre las miles de cuerdas emocionales que parten de la afición y se anclan en él y su maza.
Golpe franco para el Elche en el minuto 70, los azulones contienen el aire y explotan al soltarlo, en una ola aún más fuerte y concentrada dado el poco tiempo que queda para una posible reacción...
En el tiempo de descuento otro golpe franco, de nuevo para el Elche, la ira contra el arbitro, y el aire de nuevo a contenerse... Miedo, temor, rabia ante lo que podría ocurrir, tensión... Dispara el jugador del Elche...
-¡Ya! – grita al mismo tiempo Luke, incapaz de contener más aquella concentración de energía emocional.
.... El balón sale, lamiendo el poste de la portería del Getafe...
... En otro lugar, el refugio de Saint Simón vuela por los aires...
-¿Lo logramos? – pregunta Andrea.
Agotado, Luke solo puede asentir...
-¿Crees que Dreadlock y Maxwell estaban...?
Luke tan solo la miró, no, no lo estaban... y ahora mismo, tampoco importaba... Estuvieran vivos o no, aquella explosión habría acabado con toda vida existente en el complejo.
Andrea abrazó a Luke para consolarlo, para consolarse ella.
-Ellos hubieran estado de acuerdo... Saint Simón era demasiado peligroso.
Luke no dijo nada, ni se movió... Esa fue toda su respuesta.

A quien le interese, el Getafe gano en la prorroga y ascendió a Primera División (Liga BBVA).

Fin

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Pelirroja y el Gato de Cheshire Feroz


Pelirroja camina por las calles, triste alma en pena, herida de amores, aunque bella, porque un idiota no supo comprender cuan deliciosamente hermosa era ella... Cheshire que la descubre en este estado, si que los sabe.
Pelirroja tiene 21 años, y mide tan solo un metro cincuenta y dos centímetros, es delgada, aunque de pechos sugerentes. Con cara de muñequita, y una larga y rizada melena cuyo color no hace falta nombrar ¿Verdad?
Pelirroja nunca fue al colegio, pues en casa debía ayudar... y del amor no hablemos, aunque eso que se llevaba en salud. Pero, es que el amor era ahora lo que le torturaba, un chico que ni la quería mirar. Más otros mirada felina los ojos le habían echado ya.
Cheshire: Hola, pequeña.
Al ver al enorme y sonriente gato violeta, que tenía sus fosforescentes ojos verdes clavados en ella, Pelirroja se detuvo de golpe.
Pelirroja: (tímida) Ho... Hola...
Cheshire: (dando vueltas alrededor de la chica, sin perderla de vista) ¿Qué tal estas? ¿Y que hace una chica como tu, tan linda y apetecible, andando sola por estos barrios y en una fecha tan familiar? (Es nochebuena)
Pelirroja: Yo... Solo paseaba, pero en casa me están esperando para cenar.
Cheshire: Yo espero que la cena venga a mi (la olfatea y se retira satisfecho por el olor)... Pero, cuéntame ¿Como esperas sea tu Nochebuena?
Pelirroja: Pues... Familia, cena, regalos, acostarme tarde.
Cheshire: (Cheshire ríe satisfecho) Suena bien... yo espero discusiones idiotas y comida tensa.
Pelirroja: (perdiendo la sonrisa) La verdad es que no tengo muchos ánimos hoy para fiestas.
Cheshire: (haciéndose un ovillo a los pies de ella, para que no se le escape y, al mismo tiempo, disfrutar del calor que desprende el joven y tierno cuerpo de la muchacha) Cuéntale al viejo Cheshire que es lo que te aflige.
Como hay cosas que a un desconocido nos sale mejor contar, Pelirroja se comenzó a confesar.
Pelirrroja: Verá conocí a mi chico ideal: bueno, cariñoso, atento; y no me he atrevido hasta hoy a confesarle mi amor.
Cheshire: ¿Y?
Pelirroja: Se quedo parado sin saber que contestar... Llevábamos así media hora y al final me he ido.
Cheshire: Aún lo estará asimilando...
Pelirroja: No, lo que ocurre es que nunca debí enamorarme de la estatua de una fuente. Abrazos cálidos cuando da el sol, frescos cuando esta abierta el agua, y claro... el agua con la que me refresca en mis calores por contemplarle.
Suena Minnie The Mocher...
Los ojos de Cheshire se abrieron como platos y su sonrisa se ensancho aún más... No solo era deliciosamente perfecta, sino que estaba loca de rematar... Un sabroso bocado que no se debía desaprovechar.
Cheshire: (envolviéndola con su cuerpo, a cada instante más grande, empujándola hacia sus fauces) Vente conmigo a cenar.
Pelirroja: (Consciente de las intenciones de la criatura, abraza su final como la única solución posible a sus problemas) ¿Y eso solucionara mi vida?
Cheshire: (desnudándola, a ritmo de Jazz, con sus garras) Adivino tu cita ideal: dar un paseo que acabas de terminar, y luego ir a cenar... Pues de esto me encargo yo ¿Y que mejor día para hacer un milagro que en la Cena de Navidad?
Pelirroja: (Como si fuera el razonamiento más lógico que hubiera oído en su vida, contestó) Pues sí.
Cheshire: (Con la chica ya desnuda y prácticamente apunto de tragársela de un bocado) ¿Y quien mejor que tu, para este milagro navideño? Que eres tan linda, sonrosada y tierna.
Pelirroja: (completamente colorada, no sabe que decir)...
Cheshire: (Jugueteando con los pechos como si se tratara de ovillos, chupando la cabeza como si se tratara de un chupachups) Serias un rico pavito para rellenar y hornear, y en esa linda boca tuya quedaría genial una manzana ¿Que opinas?
Pelirroja: (un destello de sentido común) Sinceramente ya no me gusta la idea.
Pero aún así no se resiste a su cazador, y permanece quieta, dejándose hacer... No por miedo, sino por no saber que poder hacer más.
Cheshire: Yo me como muy bien a lindas muchachitas como vos... Aunque, tienes razón, mejor estarás viva.
Pelirroja: ¿Eso me gustara?
Cheshire: Te daré un baño relajante y masaje.
Pelirroja: (Animada) Eso suena rico...
Cheshire: (Apretándola los pechos, y recorriéndola el rostro de un lengüetazo) Ni la mitad de rico que vas a estar tu.
Pelirroja: (cerrando los ojos con placidez) Hasta me da sueño.
Cheshire: (tumbándola en un banco y poniéndose el, a cuatro patas, encima) Bueno... no te preocupes que eso es bueno, incluso luego te tumbare en una camilla para que estés aún más relajadita ¿Te gusta la idea?
Pelirroja: (en un estado de placidez casi obsceno) Pues, bastante.
Cheshire: (hundiendo la nariz entre los pechos de la chica) A mi también ¿Cual es tu salsa favorita?
Pelirroja: Pues...
Cheshire: (La muerde un pezón) ¿Dulce o salado?
Pelirroja: (da un respingo, y contesta) Dulce.
Cheshire: (La muerde un pezón) ¿Chocolate o yogurt?
Pelirroja: (da otro respingo, y contesta) Chocolate.
Cheshire: (Con sus cuatro apéndices, más su rabo, comienza a masajear y acariciar el cuerpo de su sumisa presa) Bueno, pues te daré un masaje completo con chocolate caliente ¿Te gusta?
Pelirroja: (suspira, casi gime) Siiiiii...
Cheshire: (Empeñado en palpar hasta el último milímetro de carne de la muchacha, como si de verdad la estuviera cubriendo con chocolate) Desde los dedos de los pies a la cabeza, y por ambos lados... ¿Qué tal va la idea de cena?
Pelirroja: (otro destello de sentido común, o quizá no) sería mucho chocolate ¿No?
Cheshire: (mordisqueándola, mientras sus caderas ya buscan apagar el fuego en las cálidas oquedades de la muchacha) Será un chocolate bien gastado y vos lo merecéis,vas a estar aún más linda de lo que ya eres, que es mucho... ¿Aun crees que es mucho chocolate?
Pelirroja: (en éxtasis, abriendo sus puertas para que acceda la masculinidad de su cazador) Mmmmm... No, ya no.
Cheshire: (negando con la cabeza, la voltea y la pone a cuatro patas, así la toma, y acercándose, con hambre en la mirada, a su oreja) ¿Y después qué?
Pelirroja: (un tercer destello de sentido común) Sí, eso ¿Y después qué?




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viernes, 23 de diciembre de 2011

¿Y ahora que vamos a hacer?


(Continua de Contra el muro)

Luke se encontraba en el salón de Andrea, aquel sitió llenó de artefactos steampunk y muebles en forma de reloj siempre le dejaba boquiabierto... Claro, que Andrea también: la melena rubia, aquellos ojos enormes y claros (en ese momento ocultos tras unos anteojos azul celeste), los labios que parecían un fresón jugoso y tierno, y sobre todo aquel cuerpo de muñeca de porcelana sexy; no se podía negar que su anfitriona era una chica de infarto.
-¿Seguimos sin noticias de Maxwell? – preguntó Andrea.
Luke, que para la ocasión se había puesto una camisa blanca con chorreras, guantes negros de seda, unos pantalones de talle estrecho de diseño tribal, y unas botas de montañismo, se veía algo impedido de movimientos por el peso de su maza: la cual llevaba colgando de su cadena, anclada a un cinturón.
-No, y ese Saint Simón también tiene a Julian, perdón... A Dreadlock... si es que no están muertos los dos ya.
Andrea captó el temor y el pesar en las palabras de su amigo... El cuel, pese a su aparente falta de preocupación, era un chico muy duro consigo mismo, y en esos momentos estaba culpándose por no haber podido salvar a sus dos amigos.
-Estoy segura de que aún viven, Luke ¿Vale? – dijo Andrea, con un tono conciliador.
-Si tu lo dices, Andy, seguro que será así.
Luke no se había atrevido a mirarla mientras contestaba. Andrea sabía que si Julian y Maxwell no había sobrevivido aquello iba a ser un duro golpe para Luke...

Al día siguiente, en un piso de estudiantes donde solo viven dos personas... y solo uno de ellos es estudiante propiamente dicho.
-¿Y no vas a hacer nada más? – Debbie estaba apoyada contra el marco de la puerta, su blusa de encaje era casi transparente, pero era el rostro de una angelical inocencia morbosa lo que hacía que no prestaras atención a su casi evidente desnudez.
Luke apagó el cigarro contra el cenicero, y se arreglo la corbata antes de levantarse.
-¿Tienes algo más interesante que proponerme? – Luke estaría loco por Debbie de no ser por factores como que la sacaba casi cinco años o que era como una hermana para él desde que la rescató de aquel desastre.
Debbie sonrió.
-No te ibas a atrever, nos conocemos, Luke.
Era cierto, los comentarios provocativos le salían automáticamente porque Debbie era un preciosidad, pero, a la hora de la verdad, Luke era incapaz de ir más allá...
... Luke cogió aire y lo soltó lentamente.
-¿Y bien? – preguntó a la chica, conocía demasiado bien a Debbie para saber que algo se gestaba en su adorable cabecita.
-Pues... Quizá tenga algo que nos saque del aburrimiento en que nos mantiene esta tranquilidad.
Luke se colocó la chaqueta, la dulce calma con la que siempre hablaba Debbie no tenía nada que ver con su inquieto espíritu... Se aburría con facilidad, y siempre estaba hambrienta de nuevas experiencias.
-Cuéntame...
Debbie levantó una ceja.
-Creí que eras tú el que había dicho que tenía un rescate en mente – le contestó ella.
Luke abrió los ojos... Otra vez perdido entre las posibilidades.
-Perdona, no te escuché bien.
Los ojos azules de Debbie le atravesaron.
-¿Volviste a quedarte pajeandote por internet hasta tarde? – Debbie no se callaba ni una.
Luke le enseño el dedo corazón y pasó a su lado, no sin antes decirle:
-Cuando te buscaras un novio al que hacerle la vida imposible.
-El día en que deje de hacerme ilusiones contigo.
Desde luego aquel era un golpe bajo.

-Cuéntamelo otra vez para que me pueda reír – Wendy tenía la sonrisa a medio hacer, apoyada sobre la mesa frente a su ordenador, la mano sujetándose la cabeza y enredada en su dorado cabello.
Luke se encendió un pitillo, mientras se aflojaba el nudo de la corbata... Necesitaba aire fresco y rápido.
-Es esa maldita cría que...
-¿En serio piensas que puedes fumar en mi despacho sin pedirme permiso antes? – le interrumpió Wendy.
Metida de pata numero 300... sí, Luke llevaba la cuenta.
-¿Te vale un lo siento?
Wendy alzó las manos.
-Haz lo que te de la gana – lo que venía después lo pudo ver en su severa mirada.
Luke siguió con el tema porque no quería pensar en ello...
-Esa maldita cría me provoca erecciones aposta.
-¿Tu crees? – una nueva mirada llena de palabras que no iban a pronunciarse.
Luke apagó el cigarro.
-¿Te pones de su lado?
-Eres absurdo – Wendy le dio por imposible, y volvió a centrarse en la pantalla del ordenador -... Te llamé porque creo que sé donde puede tener Saint Simón a Dreadlock y Maxwell... si es que aún siguen vivos.
Aquel último comentario tensó el rostro de Luke... Wendy sintió una punzada de pena, pero prefirió guardársela: no quería que Luke pensara que le gustaba o que se preocupaba por él.

(Continuara)

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Immortals


A ver, antes de pasar a comentar el film... La leyenda de Teseo, en resumen, es la siguiente...
... Teseo es un joven ateniense que vive durante el reinado del Rey Minos de Creta (históricamente, esto sucedería en el periodo Minoico, anterior a lo que conocemos como Griego Clásico), dicho rey tiene costumbre de entregar un numero fijo de muchachos y muchachas jóvenes, todos atenienses, como alimento al producto del adulterio de su esposa con una bestia, dicho producto es el Minotauro (al cual tiene encerrado en un laberinto), y nuestro héroe le dice un día a su padre, Egeo, que va a matar al monstruo para así librar a todos de este cruel castigo. Antes de partir, Teseo pone velas negras, como correspondía a los barcos que viajaban a Creta con el tributo para el Minotauro, en su barco y le dice que si regresa victorioso las cambie por velas blancas. Teseo consigue vencer al monstruo gracias a la ayuda de la hija del Rey Minos, Ariadna, la cual solo le pide, a cambio de su ayuda, el que se la lleve con él y la ame, Teseo, muy listo él, en cuanto ha matado al Minotauro, decide engañar a Ariadna y abandonarla en cuanto puede en la isla de Naxos... Claro que tan mal acción encontrara su castigo, Ariadna seria rescatada y convertida en consorte por el Gran dios Dioniso, mientras que Teseo, orgulloso mentiroso, esta tan en las nubes que olvidara cambiar las velas y al divisar el barco su padre, y ver las velas de luto, Egeo se suicidara echándose desde el acantilado al mar (Desde entonces aquel mar sería bautizado como Mar Egeo). Con el tiempo, Teseo, acabaría emparentando igualmente con la familia de Minos, casándose con una hermana de Ariadna, Fedra.
En cuanto al Hiperion mitológico, este no es más que un titán más hijo de Gea (la Tierra) y Urano (el Cielo).
Bueno, la película... Immortals nos presenta a Teseo como un campesino sin padre que sueña con ser soldado, a un Hiperión que es un rey mortal que desea liberar a los titanes debido a que odia a los dioses, y a una Fedra que en esta ocasión es una Sibila. Por supuesto Teseo luchara contra el Minotauro, y, por supuesto, acabara asesinándolo, por su parte el laberinto es una catacumba perteneciente a la ciudad natal de Teseo y la Bestia tan solo un hombre, el verdugo favorito de Hiperion, con una máscara de toro. En resumen, tengas o no idea de mitología al menos la película te gustara porque es una obra de arte estética y un canto poético en imágenes (que quizá se presenta como una obra de arte frente a ese refrito estilo God of Wars que hicieron con el Remake de Furia de Titanes (película, cuya primera versión es uno de las historias más fieles al mito original que se han hecho en el cine))... Claro, que el director es el mismo del de la película La Celda, y eso se nota en todo momento, por lo que haré una advertencia: si no te gusto La Celda, y tampoco eres muy fan de Darren Arenofsky (director muy similar en su modo de afrontar las películas, ver si no algunos de sus últimos films como La Fuente de la Vida o Cisne Negro), a esta cinta de acción no le encontraras sentido alguno, incluso puede que te aburra...
... Por lo que a mi respecta, de mitología sé un poco, y aunque el argumento es un nuevo intento de cogiendo a un héroe griego, como Perseo en Furia de Titanes (2010), montar una historia inventada (ajena a la mitología griega), esta película se convierte en un largometraje interesante, visualmente increíble (se nota tanto la imaginería bosquiana del director como la mano de los productores de 300) y con un argumento más interesante que la del mencionado remake.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Contra el muro


(Continua de Tic, toc, el malo esta aquí)

Maxwell había sido el primero en dar el paso al frente, hay una ley no escrita: ataca primero y se el más sangriento, así serás el vencedor. Con el brazo convertido en aquella aterradora cuchilla, haciendo uso de sus habilidades para confundir los sentidos de los hombres de Saint Simón, a fin de que no le oyeran venir, sorprendió a varios antes de ejecutarlos... Un muerto siempre impresiona más que un prisionero.
Conocía bien a esa gente, la organización de Saint Simón siempre había gustado de crear sus propios microcosmos, montando instalaciones que asemejaban pequeñas ciudades aisladas donde ellos podían gobernar como si fueran reyes. Puede que los hombres que iba degollando durante su avance fueran meros peones o que su único pecado había sido aceptar vivir según las reglas de aquellos bastardos de los Saint Simón... Pero seguían siendo fanáticos, asesinarlos era liberar su alma prisionera de una mente pervertida por aquellos locos a los que obedecían y seguían ciegamente.
Al fin avistó a la mano derecha de Saint Simon, William, matarle sería un duro golpe para la organización... William estaba rodeado de hombres, algunos civiles y otros milicianos encargados de la seguridad de la Comuna...
... Moviéndose a una velocidad y con un sigilo impropios de su tamaño, Maxwell burlo a los que rodeaban a William... y sorprendiéndole por la espalda, lo degolló y remato empalándole de atrás adelante.
Cuando los que estaban con el lugarteniente se le echaron encima, Maxwell no tuvo reparos en igualar el veinte contra uno convirtiendo su otro brazo en un potente lanzallamas... El fuego purifica, y no deja enemigos en pie que puedan levantarse y devolver el golpe.
Luego prosiguió su asalto, no sin antes comunicarse con los refuerzos.
-¿Luke, estaís cerca del arsenal?
Una voz le contestó desde el otro lado.
-¿Tu que crees?
Maxwell era lo suficientemente humano para captar la ironía.
-Usa tu cachivache y destrúyelo, quiero que Saint Simón sepa que podemos golpear bien duro.
-Destrucciones de arsenales... Sí, eso lo tenemos en el menú, incluso le diré, caballero, que es la especialidad de la casa.
-Pues ponte a ello, hablando no cayó la Bastilla, créeme.
-Sí, señor, Larousse – luego se escuchó que Luke se dirigía a un tercero - Dreadlock, pongámonos a ello... Hora de colarse en casa de los ositos y volarla en pedazos.
Por el intercomunicador Maxwell escuchó las detonación de disparos que no eran amigos... y supo que, por alguna razón, Saint Simón se esperaba aquel ataque...
-¡Maldición! – clamó la criatura, sabiéndose perdedor de aquella batalla.
Pero aún podía hacer algo de daño él mismo...
Había dado por perdidos a esos dos cuando escuchó la voz de Luke...
-Vibrador dorado a C3PO, he conseguido huir... pero el rubiales ha caído – en los peores momentos a Luke nunca le fallaba el sentido del humor -, nuestro topo me ha sacado de allí antes de que la cosa se pusiera chunga.
-Marchaos de allí los dos ahora.
-Esto... cabeza lata, vuelvo yo solo... al bueno de nuestro Judas le ha costado la cabeza sacarme de allí, estos tipos no son muy caritativos con los traidores ¿Sabes?
Maxwell podía perder los estribos con aquel chaval, pero tenía que reconocer que él ingenio lingüístico de Luke le hacía mucha gracia.
-Esta bien, nos reuniremos en el punto de encuentro acordado.
-Ok.
-Corto y cambio.
Maxwell abandonó su refugio y siguió su labor de limpieza.
Accedió al interior de uno de los edificios... Allí se dio cuenta de que le esperaban, Saint Simón sabía que en un lugar cerrado quizá las habilidades de Maxwell se verían algo más limitadas por la acotación del terreno.
Con una mezcla de agilidad, sigilo y capacidad de confundirse entre las sombras, su letal avance fue un éxito, ya fuera en el interior del edificio o en los patios interiores de este...
... En uno de aquellos jardines interiores Maxwell localizo a un tipo cuyos rasgos le identificaban como un Saint Simón, aunque, la ausencia de la insignia triangular indicaba que no era el Saint Simón que buscaba... Aún así sería otro duro golpe para su enemigo...
Despistando a los hombres que acompañaban al tipo, cayó sobre su objetivo como un ave de rapiña, y lo degolló ante los sorprendidos ojos de los otros... Los cuales no reaccionaron hasta que no fue ya tarde, y cuando lo hicieron recibieron idéntico trató por parte de Maxwell... Aún así, a uno de ellos le dio tiempo a dar la voz de alarma, y desde los balcones un grupo de milicianos comenzó a disparar a Maxwell...
Su piel era más dura que la humana, pero podía convertirse en un colador igualmente si se quedaba quieto... además, aquellos proyectiles estaban preparados para él, como pudo comprobar cuando uno de ellos le rozó. Lo mejor era no quedarse quieto, y Maxwell emprendió la huida...
... Demasiados tiradores, demasiado poco espacio para maniobrar.... Maxwell fue abatido antes de encontrar un sitio donde estar a cubierto...

Luke estuvo al menos diez minutos esperando a Maxwell en el punto de encuentro... Hasta que comprendió que su amigo sintético no iba a venir.
-Menuda chapuza, tío – dijo antes de usar su báculo para crear un portal que lo sacara de allí.
Marcharon tres y volvía uno... Menudos héroes estaban hechos.

Cuando Luke apareció en su destino el color amarillo pollo le rodeaba, así como una espesa capa de vapor que lo envolvía todo...
-Vaquero, te has metido en un buen lío – una voz muy familiar surgió de entre el vapor de agua.
-Esto no es Kansas ¿Verdad? – bromeó, visiblemente incomodo, Luke.
El busto de Wendy se asomó, detrás de Luke, entre la nube de vapor, la chica tenía un gesto cínico en su rostro.
-A no ser que tu me consideres Totó, no, no es Kansas – y en cuanto vio la intención del joven de girarse, añadió -... y como se te ocurra girarte, usare tu juguetito para hacerte una colonoscopia a fondo ¿Entendido?
Luke tragó saliva, y asintió...
-Wendy...
-¿Entendido?
Luke contrajo el rostro, rojo de vergüenza...
-Sí.
-Ahora sal de aquí, pervertido.
La mano de Luke apretó con tanta fuerza su maza dorada que los nudillos se le pusieron blancos.
-Sí, Wen... De nuevo, disculpas.
Y con paso rápido echo para adelante... Maldita fuera, desde que se conocían Luke tenía la sensación de que no paraba de meter la pata con Wendy... y, la verdad, era...
-¿Luke?
Se detuvo en secó, y el peso de su pecho se disipo.
-¿Sí, Wen? – preguntó ilusionado.
-Es por tu derecha, por ahí solo te vas a dar de morros con la pared. No voy a negar que eso me haría sonreír, después de pillarte espiándome mientras me bañaba, pero, me gustan tu camisa y tu corbata y no quisiera verlas pringadas de sangre porque te partieras la nariz.
Claro... Luke volvió a asentir y giró hacia su derecha...
... La gustaban su camisa y su corbata, eso era bueno ¿No?

(Continuara)

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miércoles, 21 de diciembre de 2011

Tic, toc, el malo esta aquí


Andrea Bretón y la palabra cobardía o temor no iban nunca de la mano... Aún así eso no quería decir que no fuera precavida, y, cuando escuchó el ruido que provenía del salón, caminó hacía la habitación con cautela, preparada para lo que allí pudiera encontrar... Vestida tan solo con una sudadera azul, varias tallas más grande, y unas bragas, iba descalza y desarmada... aunque eso no era un problema para ella.
... A sus 18 años, Andrea había aprendido algunas cosas sobre el mundo que la rodeaba: No todo era lo que parecía ser.
Su mano agarró el pomo de la puerta con firmeza, lo giro despacio y no mucho para no alertar a quien fuera que hubiera entrado... En cuanto el pestillo estuvo retirado empujo con suavidad...
-Bonito sitio – dijo el extraño joven, completamente vestido de negro (abrigo largo, sombrero de copa, pantalones, botas, e incluso guantes) que llevaba prendido al pecho un adorno triangular con un ojo en su centro.
La sala donde se encontraban no era una sala de estar al uso: toda adornada con muebles en forma de reloj y maquinaria de todo tipo, era el lugar preferido de Andrea en toda la casa.
-¿Quién eres? – preguntó Andrea, completamente alerta.
-¿Yo? – dijo el intruso, su mirada tan clara como la de Andrea estaba llena de fría melancolía – No creo que te interese.
Andrea achico sus enormes ojos.
-Yo soy la que decide lo que me interesa y lo que no, además estas en mi casa sin invitación... ¿Cómo has entrado, por cierto?
El intruso sonrió.
-Fue fácil. Creyéndote tan lista como te crees, deberías mejorar tu seguridad – le respondió el intruso – de todos modos, solo vine a saludar... Nos volveremos a ver.
Y dicho esto, el intruso se apagó... ¡Un holograma! Así es como había entrado, no estaba allí, exactamente, sino que era una proyección.
Andrea se prometió que descubriría quien era aquel petulante, y cuando lo hiciera iba a meterle su arrogancia por donde salían sus excrementos...
Hablando de alguien que iba a cargársela.
-Maxie – dijo golpeando uno de los extraños muebles - ¡Despierta!
Andrea se apartó y la forma del mueble cambió hasta adquirir una meramente antropomorfa... uno de los brazos de aquella cosa acababa en una amenazante hoja serpenteante.
-¿¡Qué!? ¿¡Qué!? – el androide habló con una urgencia casi humana -... Andrea, estaba en medio de un placido sueño, estaba tumbado en un prado rodeado de pacíficas ovejitas eléctricas que...
Maxwell se detuvo al ver que Andrea no estaba para escuchar sus sueños.
-Hemos tenido visita inesperada – dijo ella, taconeando el parqué.
-Imposible, yo lo hubiera notado – trató de justificarse la estrafalaria criatura mecánica.
-Era un holograma.
Maxwell se rascó la parte superior del reloj de agujas que le hacía de cabeza.
-Claro... Por eso no me desperté.
Andrea le atravesó con la mirada.
-Pero bien que saltaron todas tus alarmas cuando te desperté yo – Andrea le señaló el afilado apéndice que partía de su brazo derecho.
-¡Ups! – el apéndice se retrajo, y apareció una mano mecánica de tres dedos igual a la izquierda – Mis disculpas, Andy – y enseguida la criatura se centró en la visita - ¿De quien se trataba?
-No se identificó, vestía de forma un tanto anticuada, pero, si que me fijé en el broche triangular que llevaba.
Maxwell se inclino, colocando su rostro a escasos centímetros del de Andrea.
-¿Un broche triangular? ¿Con un ojo en el interior?
-Sí ¿Como lo has sabido?
El androide choco su puño derecho contra la palma del izquierdo.
-Saint Simón, maldito bastardo.
-¿Le conoces? – preguntó Andrea.
-Más bien les conozco, son un linaje que se remonta desde finales del s. XVIII, o inicios del XIX, hasta, al parecer, hoy... Gente muy peligrosa.
Andrea asintió con gravedad.
-¿Qué querrían de mí? – preguntó ella.
-Si se han molestado en visitarte, nada bueno... Esos bastardos nunca traen algo bueno.

Wendy, como su propio nombre indicaba, llevaba Neverland. Org... Se había pasado toda la vida aguantando chistecitos, sobre todo porque sus dos hermanos se llamaban Jhon y Peter, así que si no puedes con ellos, pues, únete a la broma. El sitio web era toda una base de datos sobre la actividad extraordinaria que ocurría en la ciudad y sus alrededores, un mundo que su mejor amiga de la infancia, Andrea, le había ayudado a descubrir... No todo lo que nos rodea es tan normal como parece.
Andrea fue, a la mañana siguiente de aquella visita inesperada, a investigar un rato con Wendy...
-¿Has dicho que el tipo se llamaba Saint Simon? – preguntó Wendy, el rostro de niña buena iluminado por la luz de la pantalla.
-Sí – asintió Andrea - ¿Encuentras algo?
Wendy giró la pantalla para que su amiga lo viera.
-Míralo por ti misma.
La primera entrada decía así: Claude-Henri de Rouvroy, Conde de Saint-Simon (París, 16 de julio de 1760 - id., 19 de mayo de 1825). Filósofo y teórico social francés, que puede incluirse entre los filósofos del socialismo utópico. Sus ideas fueron a parar a la democracia socialista europea de finales del siglo XIX; la segunda entrada añadía a otro Saint Simon: Louis de Rouvroy, Duque de Saint-Simon (París, 16 de enero de 1675 - ibidem, 2 de marzo de 1755), fue un escritor y diplomático francés. Era hijo de Claude de Rouvroy, Duque de Saint-Simon y de su segunda mujer, Charlotte de L'Aubespine. El filósofo, teórico social e industrial francés Claude Henri de Rouvroy, conde de Saint-Simon (1760-1825), fundador del saint-simonismo, es un pariente lejano del duque. El duque de Saint-Simon fue autor de unas voluminosas Mémoires (Memorias) que cubren los años 1695-1723 y son una fuente fundamental para comprender el reinado de Luis XIV y la regencia que le sucedió. En 1721 viajó a España, país que admiraba mucho, como embajador, con el fin de casar a Luis XV con una infanta española. Fue el episodio culminante en su carrera política, que además se vio recompensado con el título de Grande de España, pero fue el último. A su retorno a Francia en 1722, no consiguió ser primer ministro, y al año siguiente, con la muerte del regente, perdió todo acceso al poder y se alejó de la corte. La principal obra del duque de Saint-Simon tuvo que esperar mucho tiempo hasta ser publicada. La primera gran edición fue la de Adolphe Chéruel, a partir de 1858, a la que seguiría la de Boislile, de 1879 a 1930.
-¿Solo has encontrado eso? – preguntó Andrea.
Wendy achicó los ojos.
-Cielo, no presiones o la señorita tetera explotará y te sacará uno de tus bonitos ojos.
Andrea sonrió.
-Perdona, Wendy... Ese tipo me puso un poco nerviosa anoche.
-¿Y tienes que pagarlo con tu mejor amiga?
Andrea puso sus manos sobre los hombros de Wendy.
-Mejor dicho, mi única amiga... Y tienes razón no te mereces que me ponga tan desagradable contigo.
Wendy sonrió.
-No te preocupes, Andy, las amigas somos para lo bueno y para lo malo ¿No le preguntaste a tu cómoda parlante?
Wendy tenía muchos nombres para Maxwell, cómoda parlante era uno de ellos.
-Sí.
-¿Y que te dijo?
-Que jugar con ellos era como jugar con fuego en una fabrica de petardos.
-Sí o sí sales herido.
Andrea asintió.
-Pues estamos en un buen lío.
-Y que lo digas.

(Continuara)

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